Hola! Saliendo de la famosa traba del escritor/a , hoy les cuento que me regalaron tiempo de la semilla, y es tan lindo regalo que se los quiero compartir.
Según Roberto Forns-Broggi, el tiempo de la semilla, es el tiempo del sembrador. Y ese tiempo hermoso, que require de una comunicación sensorial con el ambiente, es el que esta presente en este regalo.
Un tiempo distinto al de las prisas y el desarrollo industrial, que tiene el sonido de la lluvia y las semillas creciendo, los colores de las hojas y el sol reflejadas en sus ramas, la interrelación entre las especies animales que conviven en ese hábitat intervenido con forma de maceta. El amor de los humanos que dedicaran su tiempo en ella.
«Son seis macetas porque naciste un seis», decía el mensaje. El crecimiento de esas seis semillas de zapallo, resumen un camino que sigo eligiendo y es el de comunidad, cosmoconvivencia, equilibrio. Porque sin todo eso, la semilla, que es 100% sincera con su identidad, no podrá crecer ni florecer, y el sembrador lo sabe.
Dos sembradores que amo, que siembran también amor y cuidados, y que son dos ENFERMEROS CON MAYÚSCULAS que como muchas otras personas, son los héroes silenciosos de la historia de hoy. Gracias por este hermoso regalo Pao y Sam, mis queridos seres ambientales.
No hay una única receta para cuidar el ambiente, descubramos juntos sus sabores!